Con más de 80 mil caravanas y autocaravanas en circulación, España es un país amigo de este medio de transporte, ocupando el séptimo lugar entre las naciones con mayor número de autocaravanas del mundo, según un informe de Statista. Aunque la venta de autocaravanas de segunda mano vive un pequeño boom gracias a las apps y directorios de compraventa, los futuros propietarios deben saber que este mercado no es una tierra de oportunidades.
Para encontrar autocaravanas con una excelente relación calidad-precio, deben evitarse los errores que habitualmente cometen los compradores, en especial los primerizos que, a falta de experiencia, subestiman la importancia de aspectos como kilometraje.
En efecto, el número de kilómetros recorridos es un indicador útil en el mercado de segunda mano. Las autocaravanas con un kilometraje elevado (más de 200.000, por ejemplo) son una mala inversión, pues su motor y mecánica general mostrarán un mayor deterioro que los vehículos con un menor kilometraje y serán, por lo tanto, más susceptibles a sufrir averías.
Juzgar el estado de la autocaravana por su aspecto externo es otro error común. El interior y sus equipamientos —como la tapicería, el mobiliario, los cristales o los electrodomésticos— deben ser analizados con detenimiento, en busca de humedades y problemas de gravedad; las imperfecciones de fácil reparación no son un problema, por lo general.
Por otra parte, los desperfectos externos no deberían ser ignorados. El estado de la carrocería, el parachoques, los espejos y otros elementos reflejan el cuidado o maltrato que el vehículo ha experimentado a manos del anterior propietario.
Asimismo, adquirir una autocaravana sin probarla en carretera es una equivocación. La revisión mecánica aporta una información valiosa, pero las pruebas permiten corroborar, de forma inmediata, si la unidad de potencia, los frenos, los componentes electrónicos, etcétera, funcionan adecuadamente. Por consiguiente, se recomienda ‘rodar’ unos kilómetros con el vehículo antes de formalizar su compra.