Para mantener un aspecto joven del rostro es importante que se vea sin arrugas, con pocas marcas de expresión y que el óvalo mantenga su tersura y forma. Para eso, la piel tiene que mantener todas sus propiedades y para conseguirlo, es muy importante que esté hidratada. Pero, ¿cómo mantener la piel bien hidratada? Estas son las claves:
-Uno de los puntos más importantes para conseguir una piel bien hidratada es beber. Si el cuerpo está hidratado, la piel también tendrá su ración de humedad y por eso es muy importante beber suficiente agua todos los días. Y hemos dicho agua porque las bebidas con gas, cafeína o muy azucaradas no son recomendables y acaban por pasar factura en el aspecto físico.
-Las cremas hidratantes también son muy importantes. Actuando desde fuera hacia adentro, complementan la acción del agua que se bebe. Su acción es directamente sobre la piel del rostro y además de darle hidratación también puede aportar vitaminas y minerales. Para que sea efectiva, la crema tiene que ser de calidad y adecuada para el tipo de piel sobre la que se va a usar. Un dermatólogo puede aconsejar la mejor crema hidratante en el caso de que haya problemas.
-La limpieza es un factor muy importante en la hidratación. La piel no se hidrata realmente si está sucia porque los poros se bloquean y no transpira como debería. Por eso, es básico limpiar bien la piel por la mañana y por la noche todos los días. Puede hacerse con productos clásicos como cremas limpiadoras y tónicos o simplemente con agua micelar, que es lo más actual y sencillo.
-Por último, nos encontramos con los tratamientos hidratantes profesionales. Un tratamiento cara Vigo aplicado en una clínica dermatológica estética ayudará a aportar a la piel una dosis extra de hidratación a la par que nutrición. Actuará justo donde hace falta y en la cantidad necesaria, logrando que la piel recupere elasticidad. Esta elasticidad es la que consigue que la piel recupere su forma después, por ejemplo, de sonreír evitando que queden marcas que expresión que con el tiempo se convierten en arrugas.
Los tratamientos profesionales deben de realizarse varias veces al año, en función del tipo de piel y de la edad. Entre tratamiento y tratamiento, la hidratación en casa y la limpieza ayudan a que los efectos se prolonguen y sean mucho mejores.