Cuando fallece un familiar próximo, como un progenitor, hay que realizar muchos trámites para poder poner en orden los papeles y organizar la herencia. Algunos de esos trámites tienen que hacerse con rapidez, lo que obliga a moverse con ligereza en un momento en el que tal vez, el dolor no nos permita pensar con claridad. Pero también porque la gran mayoría de personas no están acostumbradas a manejarse con papeles y se pierden entre requisitos, plazos y trámites varios.
En estos casos, un abogado en A Coruña especializado en este tipo de trámites puede ayudar a que todo se haga como es debido y no haya problemas. El abogado puede encargarse de todo el papeleo previo al reparto del testamento y también al que pueda haber posteriormente para cambiar la titularidad de bienes o de empresas.
Pero si ya es complicado el papeleo que se requiere cuando no hay problemas adicionales, en el caso de que alguien impugne el testamento o que nosotros seamos los que deseamos hacerlo, las cosas son todavía más farragosas. Sea quién sea el que lleve a cabo la impugnación, vamos a necesitar un abogado para que nos asesore y no perder ninguno de nuestros derechos.
Los motivos para impugnar un testamento pueden ser muy variados. Entre los más habituales están los cambios de última hora que pueden haber sido condicionados por un familiar o haberse realizado cuando la persona ya estaba enferma y quizás sin regir al cien por cien. Pero también los repartos desiguales que privan de la parte que corresponde por ley a alguno de los herederos legales.
Para poder desheredar a una persona tienen que darse una serie de circunstancias que deben de acreditarse debidamente. De no hacerse así, quién se sienta agraviado puede impugnar el testamento y, normalmente, tendrá que resolverse el tema en los tribunales. Lo habitual es que mientras no se resuelva el problema la herencia quede congelada, por lo que muchas veces los herederos, con la ayuda de sus abogados, buscan un acuerdo para poder acceder al dinero y a las propiedades.
Los honorarios de los abogados dependerán del tipo de trabajo que tengan que llevar a cabo, no siendo lo mismo el realizar simples trámites burocráticos que tener que enzarzarse en una lucha que pueda llevar a juicios y a enfrentamientos largos y mucho más complicados.