Las sábanas más cálidas para este invierno

No hay nada más agradable que meterse en cama en un día muy frío y encontrarse un lugar caliente y acogedor en el que dormir a gusto. Pero eso no es algo que suceda con todo tipo de sábanas. Algunos materiales son fríos en un principio, como el tergal, y necesitan del calor del cuerpo para ir cogiendo temperatura. Por eso, al meterse en cama está fría, a la temperatura ambiente, y resulta muy desagradable.

Hasta hace poco lo único que había para combatir esta sensación eran las sábanas de franela. Pero también necesitaban calentarse durante los primeros minutos y además, solían hacer muchas bolas y se estropeaban rápidamente. Las actuales son de mejor calidad, pero hay tenidos que han dejado atrás la franela como la mejor alternativa al frío del invierno.

Las sábanas de coralina y de sedalina, como las que puedes encontrar en la algodonera barcelona, han supuesto todo un cambio en las costumbres de la gente antes de meterse en cama. Ya no es necesario colocar previamente una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente para encontrarse el lecho cálido. Estos tejidos son muy calientes y no hay que hacer nada para que estén en su punto justo al meterse en la cama.

Se acabó esa sensación de frío al meterse entre las mantas y ese moverse con inquietud hasta que comenzaba a calentarse el espacio. Ahora, solo con entrar en cama, ya se sentirá el calor y esa sensación tan agradable de suavidad. Y es que la coralina puede ser tan gruesa y suave como la tela de un peluche y la sensación de meterse entre las sábanas es tan agradable que permite incluso dormir sin pijama.

Para los niños este tipo de sábanas son perfectas y para los adultos también, especialmente cuando se vive en zonas frías y sin calefacción. Incluso muchas personas prefieren apagar la calefacción por la noche y usar este tipo de sábanas para dormir calientes pero sin estar en un ambiente cargado. Programan los radiadores para que funcionen por la mañana y de ese modo, salir de la cama es mucho menos costoso porque el ambiente estará ya caldeado y acogedor.

Sin duda, una forma mucho más agradable de disfrutar de las noches de invierno sin tener que preocuparse por el frío. Así dará gusto escuchar el viento, la lluvia o incluso la nieve en el exterior mientras se está bien protegido en cama.