¿Cómo elegir a un psicólogo?

La elección de un psicólogo es muy importante, pero a veces no resulta sencillo llevarlo a cabo. Para empezar, lo primero que se debería de tener en cuenta es que el profesional esté especializado en el tipo de problema que queremos tratar. No es lo mismo que tengamos un problema de ansiedad debido a una mala relación laboral, en cuyo caso tal vez necesitemos a un psicólogo clínico que si somos un deportista profesional que tengamos que lidiar con la competitividad, el estrés o las metas que nos autoimponemos. En este caso, podríamos encontrar a un psicólogo especializado en psicología deportiva.

Lo cierto es que lo más habitual es que necesitemos los servicios de un psicólogo clínico, pero aun así, pueden estar especializados en problemas concretos. O incluso puede ser importante que haya una buena conexión con la persona, por lo que sí tras unas cuantas sesiones vemos que no se produce esa confianza que se debe de crear entre el psicólogo y el paciente, tal vez debamos plantearnos el cambio de profesional.

Por este motivo, muchas veces no funcionan los consejos de los amigos ya que el psicólogo que con ellos ha funcionado podría no hacerlo contigo.

Se puede acudir a una consulta individual, pero también a un Gabinete de psicologia en Ourense con diferentes profesionales. Esta puede ser la mejor opción si no tenemos claro qué tipo de profesional precisamos. En este tipo de gabinetes trabajan distintos psicólogos y nos podrán orientar sobre cuál es el más adecuado para nosotros.

Hay que tener claro qué es lo que se puede conseguir de la psicología. Y es que muchas personas tienden a pensar que un psicólogo va a ser una especie de guía espiritual que les diga qué es lo que tiene que hacer o cómo deben actuar. O que les proporcione pautas mágicas para que la ansiedad desaparezca, por ejemplo. Sin embargo, esto no es así. El psicólogo puede dar herramientas, pero las respuestas tiene que encontrarlas cada persona y será responsabilidad del paciente trabajar junto con el profesional para encontrarlas.

Nadie nos va a dar soluciones mágicas y el psicólogo no es como ir al médico de cabecera para que nos de una aspirina si nos duele la cabeza. Se trata de un proceso mucho más complejo en el que tiene que haber complicidad y ganas de trabajar para dar un paso adelante y progresar aprendiendo a ser mejores.