¿Cuándo rechazar una herencia según los expertos en abogacía?

Las herencias son un arma de doble filo, y por ello las renuncias han aumentado un veinte por ciento desde la pandemia. En determinados escenarios, repudiar el conjunto de bienes en herencia es la mejor solución para sus beneficiarios. Cuando se consulta a un Despacho de abogados Vigo, se descubre que las cargas tributarias son la principal causa de rechazo de una herencia.

Una colección de sellos, una obra de arte, un chalet en la playa, etcétera: cualquiera de estos bienes muebles e inmuebles lleva aneja una serie de impuestos que recaen sobre sus titulares, ya sea durante o después de la transmisión por herencia. Cuando afrontarlos es económicamente inviable, el rechazo aparece como la opción más sensata.

Con frecuencia, esta decisión pretende eludir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD), bien por la imposibilidad de soportar su cuantía, bien por la brevedad del plazo disponible para hacerlo (seis meses tras el fallecimiento). Cuando la renuncia se hace efectiva, el destinatario de la herencia queda exento de este y otros tributos vinculados a los bienes que se rechazan.

La existencia de deudas hereditarias plantea otro escenario común: los herederos legítimos que se niegan a responder con su patrimonio personal a las obligaciones financieras (p. ej., una hipoteca, los intereses de un préstamo, etcétera) acumuladas por el fallecido. Los abogados expertos en herencias y testamentos aconsejan esta solución (el repudio de la herencia) cuando los pasivos heredados superan a los activos.

Más allá de los tributos y cargas financieras, el mantenimiento de ciertos bienes acarrea una serie de gastos que pueden afectar negativamente al patrimonio del heredero. Un claro ejemplo es el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que supera los ochocientos euros en municipios como Girona, Tarragona o Lleida. Una vez más, la incapacidad para asumir esta obligación hace que la renuncia sea la opción más inteligente.