¿Qué estor es más adecuado para tu dormitorio?

Si has decidido poner estores en tu dormitorio seguramente  lo hayas hecho cansado de las cortinas, del polvo que acumulan y de la gran cantidad de espacio que ocupan, especialmente si hay cortinones a juego.

Los estores van prácticamente pegados a la ventana y permiten que la habitación se vea mucho más amplia y mucho más despejada. Pero no debes de renunciar a la elegancia y al toque coqueto en tu habitación.

Por eso te recomendamos el estor paqueto. Por su forma y por la manera en la que se recoge, este estor queda muy elegante y tiene incluso un toque romántico. Para que quede con la forma adecuada debe de realizarse en telas suaves y algo vaporosas, como por ejemplo linos, o mezclas de seda.

Este tipo de telas combinan muy bien con estampados suaves, delicados bordados en el mismo tono de la tela o con cintas de adorno para darles un toque de distinción. Se recomiendan los tonos lisos ya que de este modo combinarán perfectamente con cualquier colcha que se ponga en la cama.

El estor paqueto es quizás el más complicado a la hora de instalarlo y desinstalarlo, pero por lo bien que queda merece la pena el esfuerzo. Una vez que se ha realizado el proceso en un par de ocasiones es fácil hacerlo, pero para los más torpes siempre queda la alternativa de que alguien venga a casa a retirarlo y nos lo vuelva a instalar una vez limpio y planchado.

Si se escoge una tela muy delicada el lavado debe de ser siempre profesional, pero a no ser que se fume en el dormitorio, algo muy poco recomendable, es suficiente con lavarlos una vez al año para que se mantengan impecables. Incluso menos si se airean y sacuden con frecuencia y no hay humedad en la habitación.

El estor paqueto queda perfecto si se realiza a medida, ya que de este modo se adaptará perfectamente al largo y al ancho de la ventana. Aunque sale un poco más caro hacerlo de este modo, el resultado va a merecer la pena y se trata de algo que está destinado a durar muchos años en casa.

Para su buena conservación es importante que no le dé el sol directamente, por lo que hay que bajar las persianas en las horas en las que pueda incidir sobre la ventana.