En un negocio puedes necesitar expositores en diferentes puntos para que clientes y público en general puedan coger todo tipo de información que se le desee transmitir. Este tipo de expositores publicitarios para empresas con folletos informativos facilitan mucho el trabajo que se lleva a cabo en los puntos de información y en otros departamentos.
Un ejemplo muy sencillo lo encontramos en una clínica dental. Cuando el cliente llega a la clínica puede querer información sobre horarios o servicios. No tiene por qué esperar cola en el mostrador, puede coger un folleto y marcharse con la información. Y, en el caso de que no haya gente, llevarse igualmente el folleto para tener de una manera cómoda y clara toda la información que le han facilitado.
Pero si el cliente quiere información sobre algún tratamiento específico, puede haber otros folletos centrados en los diferentes tratamientos que se realizan en la clínica para que, una vez que se le ha dado la información, el cliente pueda llevarse la información más relevante en su folleto y repasarla con calma en casa.
En el mostrador, puede haber un expositor sobre el mismo con la información general y, en la pared, un expositor colgado en el que estarían los folletos específicos que se le dan a cada cliente en función del tipo de tratamiento que quieren realizarse. Esto facilita mucho el trabajo de las personas de recepción, que podrán explicar todo de una forma mucho más fluida sin que el cliente tenga que memorizar nada, ya que se lo va a llevar todo por escrito.
Además, podrán apoyarse en la información del folleto para explicar todo sin olvidarse de ningún punto. El cliente se centrará en escuchar toda la información de forma relajada ya que sabe que va por escrito al estar siéndole señalada en el papel. Por tanto, toda la información será mucho más fácil de dar y también más rápida.
Este ejemplo es fácilmente aplicable a cualquier otro negocio. Vemos como en los bancos los expositores se utilizan para que la gente que espera la cola pueda conocer los diferentes productos que ofrece el banco y leerlos mientras aguardan el turno o llevarlos para su casa y mirarlos más tarde.
Con estos expositores, generalmente corporativos y en los que se deja muy clara la información que contienen, se consigue una mejor información general y que los clientes descubran todos los servicios que se ofrecen.