Todos nosotros hemos tenido una época en nuestra vida como estudiante, y quizás algunos hemos vivido la gran experiencia de poder haber realizado nuestros estudios en otra ciudad, con las ventajas (y también los inconvenientes) que ello supone y con la libertad que eso nos otorga.
Una de las mayores libertades que nos encontramos cuando nos vamos a estudiar a otra ciudad e incluso a otro país es poder vivir la experiencia de compartir un piso con otros estudiantes y lograr empezar nuestra vida lejos de nuestra familia. Sin embargo, a veces los pisos de estudiantes pueden causar muchos problemas tanto para los propietarios de la vivienda como para los propios estudiantes.
Uno de los primeros riesgos que corren ambas partes tiene que ver directamente con el estado de la vivienda en cuestión, llegando incluso a tener que hacer reformas. Hay propietarios que descuidan completamente sus viviendas con la mera excusa de que está destinada para el alquiler de estudiantes, pero también hay estudiantes que descuidan una vivienda que no es la suya propia. Ambos extremos son totalmente negativos para la industria del alquiler ya que estos hechos aislados perjudican a ambas partes.
Otro de los grandes problemas derivados del alquiler de pisos para estudiantes es el causado por los contratos de alquiler de dichos pisos (o la falta de ellos). El problema es que a veces, alguna de las partes desconoce los derechos y obligaciones a los que deben estar sujetos, lo que suele desencadenar en malos entendidos y problemas mucho más serios. Por ejemplo, pueden producirse graves problemas con el hecho de los pagos y fianzas, así como con el cuidado de las viviendas. Son muchos los estudiantes que descuidan el cuidado del piso donde viven por lo que en ocasiones es habitual hacer reformas tras la etapa de alquiler a estudiantes
Por eso, la clave para que un propietario pueda alquilar su vivienda a los estudiantes es mantener un contrato legal y mantener la vivienda totalmente cuidada. Por su parte, los estudiantes deben mantener los pagos al corriente y además deben también velar por el buen estado de la vivienda.